La Organización Mundial de la
Salud y el ministerio de Sanidad recomiendan que las personas adultas
duerman entre siete y ocho horas diarias. Varias son las razones que hacen que durmamos más o menos.
La primera de ellas es la genética. Un
estudio realizado en 2011 por investigadores de la Universidad de
Ludwig-Maximilians de Munich comprobó que aquellas personas que tenían
dos copias de una variante común del gen ABCC9 dormían menos que el
resto de la población. Otra de las conclusiones es que las horas de sol
de un país también afectaban a las horas de sueño necesarias.
Otra investigación del 2009 publicada en 2009 en la revista Science
también puso de manifiesto la importancia del ADN en las horas de
sueño. Una madre y su hija dormían 6,25 horas mientras que el resto de
miembros de su familia (19) lo hacían 8,06. Los investigadores
demostraron que las dos tenían una particularidad en su ADN que las
hacía necesitar menos horas de sueño para estar descansadas. Pero ¿qué
tenemos que hacer para descansar totalmente durante la noche y estar
pletóricos de energía al día siguiente?
Hábitos para tener un descanso saludable
Pikolin elaboró junto al Colegio de Fisioterapeutas de la Comunidad de
Madrid una guía con consejos para lograr un descanso perfecto. Los
mismos se pueden resumir en:
1)
No hacer cenas copiosas: Los alimentos grasos,
fritos o elaborados pueden provocar una digestión pesada y dificultar
el descanso. Por ello, hay que evitarlos antes de irnos a dormir.
2)
Eliminar el alcohol y el tabaco: El alcohol,
aunque pueda parecer que nos provoca sueño, hará que tengamos un sueño
fragmentado. Por su parte, el tabaco tiene en su composición un
excitante (la nicotina), algo que afectará a nuestro descanso.
3)
Evitar el té y el café: Ambas bebidas cuentan con teína y cafeína que son sustancias que estimulan el sistema nervioso y dificultan un sueño profundo.
4)
Tener siempre los mismos horarios de sueño: Acostarnos y levantarnos siempre a la misma hora aproximadamente nos ayudará a descansar.
5)
Respetar los ritmos de descanso: Nuestro
cuerpo es el que sabe cuántas horas necesita dormir. Si comprobamos que
no podemos dormir, tendremos que levantarnos para no estar dando vueltas
por la cama.
6)
Realizar ejercicio físico: La actividad física moderada nos ayudará a eliminar el estrés. Esto contribuirá a la mejora del descanso.
Sin embargo, hay que tener cuidado de no realizarlo antes de irnos a
dormir. Puede resultar estimulante y afectar a nuestro sueño.
7)
Mantener la habitación en las condiciones óptimas:
La temperatura y el nivel de humedad son dos indicadores esenciales
para que tengamos un buen descanso. Tendremos que tener nuestra
habitación entre los 18 y los 20 grados y con un 60% de humedad para que
nuestro descanso no se vea perjudicado con despertarse en mitad de la
noche o dificultad para conciliar el sueño.
8)
Evitar la luz fuerte y los ruidos: La luz
estimula la producción de sustancias en el sistema nervioso que inducen
el estado de vela. Por su parte, el ruido estimulará nuestro cerebro y
nos impedirá tener un descanso profundo.
9)
Usar ropa cómoda para dormir: La seda, el
algodón y el lino minimizan la transpiración y mejoran el confort.
Debemos dormir con prendas de estos materiales para favorecer nuestro
descanso. Además, es necesario que no tenga elásticos para no
obstaculizar la circulación sanguínea.
Colchonight se
preocupa de la calidad del sueño de cada persona y es consciente de que
no todos tenemos las mismas necesidades. Por ello, cuenta con una
amplia gama de colchones y almohadas que ayudan a la mejora del descanso.