El látex Talalay
El látex es una suspensión de partículas
del caucho en el agua. Su recolección se consigue del árbol Hevea
Brasilensis al hacer incisiones angulares en la corteza en forma de V,
proceso denominado ‘sangrado’. Detrás de la corteza existen unos vasos
por donde fluye el látex, al hacerle un mínimo corte mana el látex hacia
fuera. Un árbol puede dar látex durante más de 15 años.
El método Talalay es el sistema más sofisticado de fabricación de colchones de látex.
Existen dos sistemas de fabricación de colchones de látex:
Sistema Dunlop o Estándar, inventado en 1929 por el físico E.A. Murphy investigador de Dunlopillo. Su proceso consiste en mezclar el látex con aire y después aumentar su temperatura entre 100° y 115°, con lo que se vulcaniza, consiguiendo la espuma de látex. En la mezcla que se utiliza para su fabricación puede usarse un alto porcentaje de látex natural (látex Dunlop) o por el contrario usar únicamente látex sintético (látex Estándar).
Sistema Dunlop o Estándar, inventado en 1929 por el físico E.A. Murphy investigador de Dunlopillo. Su proceso consiste en mezclar el látex con aire y después aumentar su temperatura entre 100° y 115°, con lo que se vulcaniza, consiguiendo la espuma de látex. En la mezcla que se utiliza para su fabricación puede usarse un alto porcentaje de látex natural (látex Dunlop) o por el contrario usar únicamente látex sintético (látex Estándar).
Sistema
Talalay, desarrollado por Joseph Anton Talalay en 1956. Este proceso
supone una evolución del primero partiendo de la misma materia prima, el
látex. Se trata de un proceso más elaborado en el que se manipula el
látex antes de la vulcanización para mejorar las magníficas cualidades
naturales del látex con lo que conseguimos un látex de mayor calidad
para el descanso: más transpirable, más poroso, más adaptable, más
elástico, más suave, más duradero, más natural, más saludable.
¿Qué principales cualidades destacan al látex Talalay sobre otras espumaciones?
Más Transpiración:
al tener una célula natural abierta, de mayor tamaño gracias al proceso
Talalay, el aire circula lateralmente con mayor facilidad posibilitando
mantener la temperatura corporal estable durante el descanso.
Más Adaptabilidad: la suavidad del látex Talalay es esencial para evitar puntos de presión sobre nuestra circulación sanguínea y sobre nuestros huesos, con ello conseguiremos cambiar menos de postura y por tanto conseguir un sueño más profundo.
Más Elasticidad: gracias a la estructura interna del látex Talalay, el colchón reacciona a nuestros movimientos ayudándonos a cambiar de postura
Más Adaptabilidad: la suavidad del látex Talalay es esencial para evitar puntos de presión sobre nuestra circulación sanguínea y sobre nuestros huesos, con ello conseguiremos cambiar menos de postura y por tanto conseguir un sueño más profundo.
Más Elasticidad: gracias a la estructura interna del látex Talalay, el colchón reacciona a nuestros movimientos ayudándonos a cambiar de postura
con mínimo esfuerzo y proporcionándonos instantáneamente la misma sensación de confort que teníamos antes de movernos.
Más Naturalidad: los colchones de látex Talalay tienen entre el 70 y 80 % de látex natural que favorecen el rendimiento y durabilidad del núcleo.
Más Higiene: gracias a las propiedades antibacteríanas y fungicidas, naturales en el látex Talalay, los ácaros no encuentran alimento y perecen.
Más Durabilidad: el látex Talalay, gracias al diseño de su estructura interna, mantiene todas sus características y propiedades físicas para el descanso inalteradas durante más tiempo.
Más Naturalidad: los colchones de látex Talalay tienen entre el 70 y 80 % de látex natural que favorecen el rendimiento y durabilidad del núcleo.
Más Higiene: gracias a las propiedades antibacteríanas y fungicidas, naturales en el látex Talalay, los ácaros no encuentran alimento y perecen.
Más Durabilidad: el látex Talalay, gracias al diseño de su estructura interna, mantiene todas sus características y propiedades físicas para el descanso inalteradas durante más tiempo.
Los nueve pasos del proceso Talalay son esenciales para conseguir sus excelentes cualidades
Mezcla: látex y aire se añaden en un espumador continuo que creará una mezcla más densa con burbuja.
Llenado del molde: llenado parcial, cerrado y extracción del aire para que la mezcla ocupe todo el molde y expanda su célula.
Congelado: obtenemos la estructura de célula abierta microperforando las membranas que separan las células.
Inyección CO2: consolidamos la estructura de célula abierta y estabilizamos el núcleo.
Vulcanización: a 115ºC conseguimos transformar el estado líquido del látex en espumación de látex.
Enfriamiento: para retirar el núcleo del molde se reduce la temperatura 30ºC.
Lavado: 5 procesos de lavado con agua presión que eliminan residuos generados por las reacciones térmicas.
Post-vulcanización: a 100 ºC para secar el núcleo y consolidar las reacciones producidas.
Control de calidad: se comprueba el nivel de firmeza en 9 zonas del núcleo para asegurar un confort óptimo.
Llenado del molde: llenado parcial, cerrado y extracción del aire para que la mezcla ocupe todo el molde y expanda su célula.
Congelado: obtenemos la estructura de célula abierta microperforando las membranas que separan las células.
Inyección CO2: consolidamos la estructura de célula abierta y estabilizamos el núcleo.
Vulcanización: a 115ºC conseguimos transformar el estado líquido del látex en espumación de látex.
Enfriamiento: para retirar el núcleo del molde se reduce la temperatura 30ºC.
Lavado: 5 procesos de lavado con agua presión que eliminan residuos generados por las reacciones térmicas.
Post-vulcanización: a 100 ºC para secar el núcleo y consolidar las reacciones producidas.
Control de calidad: se comprueba el nivel de firmeza en 9 zonas del núcleo para asegurar un confort óptimo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario