¿Te acostaste ayer tarde y hoy has madrugado y aun así te encuentras pletórico de energía? El gen BHLHE41 tiene la culpa.
En concreto, lo que nos permite es dormir seis horas y estar activos
durante todo el día. El estudio que saca estas conclusiones ha sido
presentado por la Academia Americana de Medicina del Sueño.
Los sujetos en los que los investigadores realizaron el estudio
fueron 100 parejas de gemelos. Uno de los hermanos tenía una mutación
del gen BHLHE41. Los que lo tenían dormían una media de cinco horas durante la noche mientras que los que no tenían el gen lo hacían durante seis horas y cinco minutos.
La importancia del estudio la resume Renata Pellegrino, PhD, investigador asociado en el Centro de Genómica Aplicada El Hospital de Niños de Filadelfia y autora principal del mismo. “Este
trabajo proporciona una segunda variante genética importante asociada
con la falta de sueño y por primera vez, muestra el papel de BHLHE41 en
la resistencia a la privación del sueño en los seres humanos”, afirma.
La prueba de vigilancia psicomotora sirvió a los investigadores para estudiar cada dos horas el rendimiento cognitivo en los gemelos estudiados.
Tras estar un periodo prolongado de 36 horas sin dormir, el hermano sin
la mutación durmió nueve horas y media mientras que el que la tenía lo
hacía durante ocho. Además, los investigadores comprobaron que el gemelo
que no tenía la mutación tenía más dificultades para realizar sus
actividades diarias tras soportar el mismo tiempo de privación de sueño.
El descanso es una actividad vital fundamental durante la cual tienen lugar una serie de procesos de recuperación.
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