lunes, 25 de agosto de 2014

Roncar, un problema de dos

En torno a un 20% de la población adulta ronca habitualmente, según datos del Instituto de Investigaciones del Sueño. Y se estima que un 45% lo hace de manera ocasional.Cada vez son más las personas que acuden a consultas especializadas para resolver un problema que puede afectar a la salud y que repercute, sobre todo, en el ámbito social. Y es que el ronquido es más molesto para los compañeros de habitación e incluso para los vecinos del roncador.
Se trata de un sonido ronco que se emite al respirar mientras se duerme. Es síntoma de que algo anormal sucede durante el sueño de quien lo padece. En muchos casos, se trata de un ronquido benigno, que está provocado por la vibración de la úvula o campanilla y otros tejidos próximos, que constituyen el llamado paladar blando, cuando los músculos se relajan y se estrechan las vías respiratorias.
En torno a un 20% de la población adulta ronca habitualmente, según datos del Instituto de Investigaciones del Sueño. Y se estima que un 45% lo hace de manera ocasional.
Hay personas que, además de roncar, sufren de manera repetida pausas de respiración durante varios segundos. En estos casos, se habla de síndrome de apnea hipopnea del sueño y es preciso recurrir a los especialistas para que evalúen el problema y prescriban el tratamiento adecuado. Si no se trata, puede desencadenar enfermedades cardiovasculares, ictus, hipertensión, arritmias y diabetes. Además, este descanso deficiente puede propiciar accidentes de tráfico o de trabajo.

Causas y perfil.

El denominador común de las personas que roncan es la existencia de un estrechamiento de sus vías respiratorias. Este puede producirse por el bajo tono de los músculos de la garganta o de la lengua. Si están flojos, colapsan las vías altas. Esto puede derivarse del consumo de alcohol o de medicamentos que causan sopor. También por la relajación que se corresponde con las fases de sueño profundo. El ronquido puede derivar, igualmente, del excesivo desarrollo de los tejidos de la garganta. Las amígdalas grandes o el aumento de las adenoides (vegetaciones), por ejemplo, son la causa de los ronquidos en los niños.
Del mismo modo, aunque menos frecuentes, los quistes o tumores pueden ser factores originarios de los ronquidos. Otra de las causas es la excesiva longitud del paladar blando y de la úvula. Un paladar grande puede convertir en angosto el paso entre la nariz y la garganta.
La obstrucción de las vías respiratorias nasales también genera el ronquido. Esto puede deberse a infecciones virales de la nariz o como consecuencia de reacciones alérgicas. Igualmente, las deformaciones del tabique nasal pueden ser una causa. El sobrepeso es uno de los factores que propician el problema del ronquido. Es más frecuente en los hombres y se agrava con la edad.

Algunos consejos prácticos

· Encontrar la posición. Dormir sobre un costado favorece la disminución del ronquido.
· Crear ambiente. El aire seco puede inflamar la mucosa nasal, por lo que puede ser útil instalar un humidificador en el dormitorio.
· En primavera. Identificar las sustancias que generan reacciones alérgicas.
· Evitar ciertos hábitos. La relajación de la musculatura de la faringe y su inflamación hacen que esta vibre al pasar el aire y que se provoque el ronquido. El consumo de alcohol y de tabaco producen este efecto.
· Una dieta sana. Bajar de peso es una indicación básica en los roncadores con kilos de más. Además, no se recomiendan las comidas copiosas antes de acostarse.
· Al acostarse. Puede ser útil elevar la cabecera de la cama o usar más de una almohada.

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